Cómo elegir el collar perfecto de perlas cultivadas de Tahití
Las perlas de Tahití son un pilar del mercado de la joyería fina. Se pueden distinguir de las tradicionales perlas blancas por su tamaño relativamente grande, sus colores únicos y su llamativo brillo metálico. Los primeros registros europeos de perlas de Tahití se remontan a finales del siglo XVIII, cuando se recolectaban naturalmente de grandes ostras marinas. Aunque alguna vez estuvo amenazada de extinción, la revitalización a través de prácticas agrícolas renovables ha permitido que la Perla de Tahití se convierta en una importante industria exportadora de la actual Polinesia Francesa.
1. Rango de tamaño: 8 mm-17 mm (o 0,315 pulg. a 0,669 pulg.).
2. Tamaño promedio: 10 mm-11 mm (o 0,413 pulgadas).
3. Tiempo de crecimiento: 22-28 meses.
4. Ostra: Pinctada margaritifera cumingi, o "ostra de labios negros".
5. Gama de colores: Grises a negros profundos, el color perla no se puede mejorar ni alterar antes de la exportación.
6. Las regulaciones exigen que las perlas cultivadas de Tahití tengan un espesor promedio mínimo de nácar de 0,8 mm.
El valor de una perla de Tahití
Para valorar una perla de Tahití primero comience considerando sus cualidades fundamentales, como como brillo, forma o redondez, limpieza de la superficie y, si su pieza de joyería incluye más de una perla, si ha combinado adecuadamente. Tenga en cuenta también que, aparte de la gama alternativa de formas, las perlas de Tahití son más conocidas por su redondez que, en combinación con su tamaño, las hace particularmente llamativas.
Además, eche un vistazo a sus cualidades más distintivas. Aunque las perlas de Tahití son naturalmente más grandes que la media, cada variedad de perla tiene un tamaño fijo que, una vez superado, aumentará exponencialmente su valor. Las perlas de Tahití tienen un promedio de 10 a 11 mm, por lo que, si bien hay perlas de menos de 10 mm disponibles, con 12 a 13 mm y con cada aumento posterior de mm, el valor de una perla de Tahití aumenta dramáticamente.
El color de una perla de Tahití La perla es otra de sus cualidades únicas. No se aplica ningún tratamiento de color antes de la exportación; la perla simplemente se limpia y se pule ligeramente. Esto significa que todos sus distintos tonos y tonalidades son completamente naturales.
El espectro de colores tahitiano oscila entre el negro, el gris, el berenjena, el pistacho, el pavo real y el plateado. Si bien los tahitianos tienden a ser representados como un ser de un negro profundo y brillante, en realidad, con mayor frecuencia aparecen dentro del rango del gris oscuro al plateado, con un brillo metálico característico. La berenjena y el pistacho describen un matiz de color púrpura intenso o de amarillo claro a verde, respectivamente. Estos son buscados por su carácter distintivo. Finalmente, el pavo real recibe su nombre debido a su brillo de color verde oscuro a azul, que recuerda a las plumas de un pavo real. Como era de esperar, el pavo real de Tahití es una de las perlas más famosas del mundo.
Sin embargo, es muy raro encontrar una hebra de perlas de Tahití que destaque en todas las cualidades anteriores.